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2007: El año de la izquierda

2007: El año de la izquierda

Miguel Lozano

Caracas. - El nuevo mandato del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de 2007 a 2013, se inicia marcado con un auge de la izquierda en el país sudamericano que tuvo su colofón con el triunfo electoral el 3 de diciembre pasado con casi el 63 por ciento de los votos.

La votación tuvo un mayor significado que el del arraigo de un político carismático, porque se incluyó en una campaña electoral en la cual la punta de lanza fue la propuesta de iniciar el camino a la opción socialista de desarrollo.

El hecho de que quienes votaron por Chávez lo hicieron por implantar el socialismo para Venezuela marcó, en lo fundamental, un proceso de consolidación de las fuerzas de izquierda registrado en los últimos ocho años, luego de decenios de propaganda (y represión) anticomunista.

La amplia votación también sirvió de barómetro para ratificar el reconocimiento a los programas de inclusión de Chávez y el cambio radical dado al panorama político nacional con una proyección que cada vez más se aleja de la derecha.

La propuesta socialista presentada por el Jefe de Estado a los electores obtuvo un respaldo abrumador en comicios caracterizados por una amplia participación que sirvió para reducir los niveles abstencionistas.

Con una participación superior al 75 por ciento de un padrón electoral de 16 millones de personas, Chávez se impuso inobjetablemente en un proceso reconocido por la oposición y los observadores internacionales.

El año 2006 sirvió para ratificar la derrota de grupos radicales que promovían la desobediencia y acciones inconstitucionales y abrió las puertas a una nueva oposición, un sector de la cual intenta desvincularse de los errores de los gobiernos de derecha dominantes hasta 1998.

Un elemento significativo del año fue la constatación de la pérdida de base de Acción Democrática y COPEI, los partidos que mandaron en la política venezolana durante casi medio siglo.

COPEI, con algo más de 200 mil votos, se ubicó séptimo en la lista de partidos, reveladoramente detrás del Partido Comunista, una de las organizaciones integrantes del Bloque del Cambio aglutinado alrededor de Chávez.

Acción Democrática sufrió una desastrosa derrota, luego que su cúpula optó por no presentarse a los comicios, lo cual provocó la reacción y desconocimiento de esa decisión por una gran parte de sus bases.

La votación confirmó una tendencia previsible en la reconformación de la política venezolana: la desaparición de AD y COPEI y su sustitución por una nueva derecha aparentemente ajena a los gobiernos del pasado.

Esta corriente, autocalificada de "centro" o "democracia social", pasó a ser encabezada por Un Nuevo Tiempo, el partido regional del gobernador de Zulia y aspirante presidencial, Manuel Rosales, y Primero Justicia, agrupación de la clase alta venezolana.

Con poco éxito hasta el momento, estas fuerzas buscan una coordinación encaminada -luego de la derrota electoral- a enfrentar la propuesta de Chávez de avanzar en el enfoque socialista, para lo cual propone la creación de un partido unido revolucionario.

Esa nueva organización debe aglutinar al Movimiento V República de Chávez (primer partido venezolano en la actualidad con más de cuatro millones de votos) y sus aliados Podemos, Patria para Todos y Partido Comunista, entre otros.

La idea recibió el beneplácito de los líderes de las agrupaciones, aunque con algunas reservas indicadoras que no se tratará de un proceso fácil ni una simple sumatoria.

Los reacomodos de fuerzas indican que para 2007 debe constatarse una mayor complejidad de la política venezolana, marcada desde 1998 por el declive de la derecha y el ascenso de la izquierda.

El propio Jefe de Estado ha resaltado que su propuesta de socialismo recibió el respaldo de más de 7,3 millones de votantes, pese a una larga historia de propaganda y represión anticomunista.

Esta tendencia se enmarca en un avance de las fuerzas de izquierda en la región, "una nueva era de integración latinoamericana", según la definición de Chávez.

Los últimos acontecimientos indican, sin lugar a dudas, que en Venezuela la política cambió y la población abandonó en gran parte prejuicios inculcados durante años para dar lugar a una nueva correlación de fuerzas.

Ml

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