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Cuba/Venezuela Cooperación a cielo abierto

Cuba/Venezuela Cooperación a cielo abierto


Por Miguel Lozano/foto Francisco Alemán

Caracas.- Los camiones y la cosechadora llegaron de Brasil, el tractor de Belarus y el silo al que será transportado el maíz fue construido en cooperación con Irán.
Esta es una pequeña muestra de cooperación que el visitante advierte en la finca San José, a 98 kilómetros de Caracas, rescatada en marzo de 2009 como parte del programa de desarrollo agrícola del gobierno del presidente Hugo Chávez.
Los dueños del hato de 105 hectáreas no pudieron demostrar la cadena de titularidad de las tierras, pero además tenían una siembra de cuatro años de caña en tierras de tipo 1, propias para otros cultivos y por ello fueron rescatadas para darle un uso óptimo.
Como parte de la recuperación de los suelos se realizó una cosecha de maíz, tras lo cual comenzaron los preparativos para la siembra de verduras y leguminosas, con vistas a abastecer a Caracas y ciudades como Maracay y Valencia.
Se trata de una unidad de producción agrícola estatal, que se suma desde hace pocos años al esquema de explotación del agro venezolano, dominado por pequeños y medianos productores, además de cooperativas y la más nueva propiedad comunal.
En una visita a la finca junto a corresponsales extranjeros, el ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, resalta la importancia de estas tierras del fértil Valle de Aragua, parte de las 500 mil hectáreas rescatadas en 2009 y de los cuatro millones 900 mil hectáreas en ocho años.
En su opinión es expresión de una nueva etapa de los planes de producción agrícola pues abarca cuatro mil 900 hectáreas del eje Caracas-Valencia con tierras muy fértiles, que pasarán a completar el ciclo socialista de producción desde la tierra hasta MERCAL, una red de expendio a precios subvencionados.
“Todas las tierras que hemos recuperado hoy puedo decir que están en producción o en proceso de recuperación de los suelos”, asegura el funcionario, quien precisa que en la actualidad, el estado venezolano produce ya alrededor del 10 por ciento de la producción total del país y comenzó a actuar como productor primario hace dos o tres años.
Para Jaua, un elemento importante de este proyecto es la presencia de especialistas cubanos que junto a los técnicos venezolanos tienen la tarea de impulsar una verdadera revolución agraria en el país, que olvidó este sector por años, para dedicarse a la explotación de petróleo.
Tenemos mil 500 cubanos apoyando el desarrollo agrícola en Venezuela, apunta Jaua, quien resalta el carácter solidario de esta colaboración: viven en las mismas condiciones que los venezolanos y duermen en las mismas carpas igual que nuestros técnicos, resalta.
Tras apuntar que la misión de cada técnico cubano en Venezuela es de dos años, no evita hacer una comparación entre estos especialistas y los médicos de la isla, espina dorsal del programa de atención médica gratuito conocido como Barrio Adentro.
“Aquí pasaba lo que con la medicina. Los ingenieros agrónomos no querían trabajar campo adentro”. Apunta Jaua quien asegura que ello comenzó a cambiar con instituciones como la Universidad Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora y los nuevos tecnológicos.
En materia agrícola, los cubanos vinieron a llenar parcialmente ese vacío, sobre todo en lo referido a la construcción de sistemas de riego y de cultivo bajo cubierta, en lo que Cuba ha tenido –subraya el ministro
venezolano- un gran desarrollo.
Con un alto rendimiento en relación con los cultivos a cielo abierto, este sistema ha permitido a Cuba garantizar una parte considerable del abastecimiento de las hortalizas, pese a las dificultades materiales y de insumos provocados por el bloqueo de Estados Unidos.
“Cuba es uno de los países con alto nivel de cultivos cubiertos. Aquí vamos a instalar sistemas de cultivos cubiertos construidos en Cuba y proyectamos construirlos en Venezuela. Construidos en Venezuela con tecnología cubana”, indicó Jaua.
Otra variante de la cooperación cubana que el ministro considera importante es la agricultura con control biológico.
“Hemos desarrollado –explica- una red de 30 laboratorios, un primer gran laboratorio de referencia nacional de enfermedades de la agricultura y un gran centro de producción de biofertilizantes e insumos en Turmero”, población del estado Aragua, a orillas del río del mismo nombre.
“Igual estamos trabajando en términos de transferencia de tecnología de leche, y en (el centro genético productivo) Florentino ya nacieron los primeros 60 animales venezolanos de la raza siboney, creada en Cuba”.
Es muy importante, resalta Jaua, el significado de la presencia de mil 500 hombres y mujeres cubanos, todos ingenieros agrónomos, veterinarios, trabajando con nuestros campesinos para el incremento de la producción.
En opinión del ministro venezolano, buena parte del 24 por ciento de crecimiento de la producción agrícola en los últimos 10 años se debe a la cooperación internacional, particularmente los técnicos cubano.
Recuadro
Para Eduardo Damarit, ingeniero agrónomo cubano, originario de la provincia de Camaguey, especialista en riego y mecanización, su trabajo en Venezuela es una continuidad de lo hecho en su isla natal
“Aquí venimos a apoyar los esfuerzos por lograr la soberanía alimentaria
y aportar, buscar solución conjunta a los problemas.
Nosotros allá (en Cuba) tenemos que buscarle la solución a muchos problemas, hemos adquirido una experiencia que necesita ahora el pueblo venezolano y aquí estamos.
ml


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