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Dudamel, fenómeno musical

Dudamel, fenómeno musical Miguel Lozano
Caracas.-Con aspecto de cantante de pop, Gustavo Dudamel, referencia de multitudes en Venezuela, es hoy autor de una especie de milagro: unas 15 mil personas reunidas en Caracas para un concierto sinfónico.
Atraídos por lo que ya es un raro fenómeno de popularidad para músicos que no incursionan en el pop, el rock, la salsa u otras expresiones populares, la batuta de Dudamel repletó a fines de julio el capitalino parque Los Caobos.
Varias generaciones disfrutaron unidas de un concierto de la Orquesta del Teatro Teresa CArreño, dirigidsa por Dudamel, un producto del "sistema" de orquestas infantiles y juveniles, con 200 agrupaciones creadas por iniciativa del maestro José Antonio Abreu y unos 240 mil niños y jóvenes venezolanos.
En el centro, batuta en mano, el joven director Dudamel brilla en la constelación con el ímpetu de sus 28 años de edad y una habilidad que le ha generado ya reconocimiento mundial, entre ellas la dirección de la Filarmónica de Los Ángeles.
Dudamel apareció en la escena internacional en 2004, cuando ganó el concurso Bamberg Symphony Gustav Mahler Conducting y luego, entre otras muchas orquestas dirigió Don Juan de Mozart en la Scala de Milán, las filarmónicas de Londres e Israel y la orquesta de Santa Cecilia de Roma.
Nacido en 1981 en Barquisimeto, afirma que llegó a la música atraído por el trombón, que su padre aprendió a tocar con el “sistema” de orquestas, aunque por sus brazos todavía pequeños se inició con el violín a los cuatro años de edad.
Desde los 12 años integró una de las orquestas juveniles que tiene el respaldo estatal, opción para jóvenes de pocos recursos, incluyendo niños desamparados.
En Los Caobos, Dudamel presentó un repertorio típico del “sistema”, piezas clásicas del repertorio mundial y de autores latinoamericanos, una características que ha dado a conocer muchas obras de la región en el resto del mundo.
Suite No. 1 de Carmen y Los Toreadores de Georges Bizet; Obertura Caballería Ligera, de Franz von Suppé, y Sansón y Dalila de Camille Saint-Saëns fueron seguidas con atención, hasta el desborde con piezas como Alma Llanera del venezolano Pedro Elías Gutiérrez.
El concierto, que sirvió para inaugurar una concha acústica al aire libre en el parque capitalino, mostró –una vez más- la calidad del joven músico venezolano, convertido ya en leyenda.
Surgido del “sistema”, Dudamel es hoy expresión de los talentos musicales que ha ayudado a descubrir la iniciativa del maestro Abreu, muchos de los cuales usualmente se pierden por falta de recursos o ausencia de oportunidades.
Fuente: Prensa Latina

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