La conspiración del uranio
Miguel Lozano
Caracas.- La opción real de la energía nuclear ante el agotamiento creciente de los combustibles fósiles podrá recibir un impulso importante en Venezuela con la puesta en órbita de su satélite Simón Bolívar en 2008.
Fuentes parlamentarias consultadas por Prensa Latina estiman que, por primera vez, el país estará en condiciones de develar una de las mayores conspiraciones realizadas contra su economía y conocer, por fin, la situación real de sus depósitos de uranio.
Pese a sus reservas de crudos, que apuntan a ser las primeras del mundo al concluir el proceso de certificación de la Faja del Orinoco, este es un recurso agotable, como el gas y el carbón.
Según previsiones, en unos 150 años, el planeta extinguirá sus reservas petroleras y debe ir preparando ya el paso a nuevas fuentes de energía, entre las cuales tienen una perspectiva importante las tecnologías nucleares a partir del uranio.
En opinión de Adel el Zabayar, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar y miembro de la comisión parlamentaria de Energía y Minas, en 30 años aquellos países con el control de la tecnología nuclear serán las futuras grandes potencias.
Países como Francia ya producen casi el 80 por ciento de su electricidad con tecnología nuclear, mientras Argentina y Brasil acaban de acordar el impulso de reactores y proyectan una empresa binacional de enriquecimiento de uranio.
Según criterio del economista venezolano y diputado, dentro de 30 años muchos países estarían usando como sustituto de la gasolina el hidrógeno obtenido mediante inyección de electricidad al agua, para lo cual se necesita una fuente de energía muy barata.
Hasta hoy la única que garantiza obtención de hidrógeno en la escala necesaria es la energía nuclear, que poco a poco, impulsada también por fenómenos climáticos que amenazan fuentes como la hidroeléctrica, se convierte de patito feo en cisne energético del futuro.
En la búsqueda del camino de la independencia energética, Venezuela cuenta con una reserva importante de uranio que puede ser explotada los próximos mil años, según criterio de el Zabayar.
Sin embargo, el país no conoce con precisión sus depósitos del mineral considerado estratégico, algo que según evidencias si sabe con certeza Estados Unidos, a partir de investigaciones realizadas que nunca fueron entregadas a Venezuela.
Pero la situación debe cambiar. Las pocas informaciones podrán ser enriquecidas con los datos que el satélite de fabricación china comience a enviar a las estaciones terrenas venezolanas este año.
Sobre el acceso a la tecnología de enriquecimiento del uranio para producir combustible de reactores, el Zabayar indica que hay conversaciones adelantadas con Irán y Belarús.
Además existen otras opciones, como demuestra la cooperación entre Brasil y Argentina, que ya operan conjuntamente dos centrales atómicas.
Venezuela cuenta por lo pronto con el elemento clave de sus yacimientos de uranio, cuyas dimensiones han permanecido ocultas premeditadamente al país, pero podrán conocerse en un tiempo relativamente corto.
Los datos suministrados por el Simón Bolívar deben servir de base para terminar con la intriga del uranio y aclarar las perspectivas del futuro energético venezolano, un elemento importante de soberanía a futuro.
Fuente: Prensa Latina
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