Venezuela: Educación para todos/Entrevista: Héctor Rodríguez
Entrevista/Héctor Rodríguez
Miguel Lozano
Caracas.- Contrariamente a una percepción generalizada, Héctor Rodríguez, coordinador nacional de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) asegura que esa organización posee la mayoría en el movimiento estudiantil del país.
En su opinión, la apreciación contraria se debe a que no controla centros autónomos como la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad de Los Andes (ULA), lo cual es magnificado por los medios de difusión privados.
En entrevista con Prensa Latina, Rodríguez acepta que con 200 años de historia esos dos centros tienen un fuerte impacto en la sociedad, pero en realidad no representan ni el 10 por ciento de los 2,5 millones de estudiantes venezolanos.
La mayoría, explica, está en las mil 411 aldeas universitarias, 29 institutos y colegios universitarios, 19 universidades experimentales y no en las cinco universidades autónomas o privadas.
A pesar de que tenemos todos los presidentes de las federaciones de universidades experimentales e institutos y colegios y todos los voceros de las aldeas, la gente sigue consdierando que quien tiene la UCV tiene la dirigencia estudiantil.
Interrogado sobre la situación específica en la UCV y la ULA, Rodríguez aclara que está vinculado a un proceso de exclusión muy fuerte, desde los años 88-89, cuando se aplicaron políticas neoliberales y se debilitó la inversión en la educación media pública.
Como resultado de ello, al tener una prueba de ingreso, quienes entran desde 1990 en las universidades son en el 80 por ciento egresados de liceos privados, cuando el 80 por ciento estudia en centros públicos.
La realidad social de esas universidades, afirma, es inversamente proporcional a la del país: Eso hay que transformarlo y hacerle saber al país que la universidad es más que eso.
Para el dirigente juvenil venezolano primero se debe limpiar el proceso de admisión, pues hoy la única forma de ingresar no es la prueba, también hay potestad del decano y mucho tráfico con el cupo.
Al mismo tiempo se avanza en un trabajo importante con la educación que pasa de medio turno a turno completo, es más integral, con alimentación y mejor dotación de bibliotecas, entre otros factores.
El ingreso, en opinión de Rodríguez, debe ser proporcional a la realidad del país: Debemos entender la educación como un derecho para todos y para toda la vida, no para una etapa. El sistema no debe dar el ingreso en función del conocimiento, sino está obligado a abrir los espacios a todos.
LA REVOLUCIÓN DEVOLVIÓ LA ESPERANZA
Según su criterio, el respaldo juvenil al proceso de cambios encabezado por Hugo Chávez desde 1999 se refleja en la participación de 1,2 millones de menores de 30 años entre los siete millones de militantes del PSUV.
Este apoyo corresponde a los aportes recibidos por la juventud que en 1999 sufría los resultados de la política neoliberal con problemas como el desempleo, que con mayor fuerza afecta a los sectores juveniles.
Este proceso revolucionario, explica, primero le dio un alto a las políticas neoliberales, paró la privatización del sistema educativo, reorganizó la economía del país y bajó los niveles de exclusión social, políticas que beneficiaron muy positivamente a la juventud.
En 1999, recuerda, teníamos 400 mil cupos universitarios, había lo que llamamos la población flotante: gran cantidad de bachilleres que no conseguían entrar a la universidad.
Hoy esa población que crecía todos los años desapareció y en una década pasamos a 2,5 millones de cupos universitarios, además de la inversión hecha en la cultura, en el deporte y otros sectores.
Como ejemplo menciona la cantidad impresionante de jóvenes que participaron en las últimas olimpiadas, gracias a la política de apoyo del gobierno hacia la población en general pero que beneficia directamente a la juventud.
En opinión de Rodríguez, la Revolución Bolivariana como se denomina el proceso encabezado por Chávez- ha reivindicado la política, una actividad que hace 10 años era considerado por los jóvenes como sinónimo de corrupción.
La reivindicación de la política, afirma, ha hecho que el joven se interese de nuevo por el ser colectivo, lo público, por aquellos problemas que van más allá del radio individual o familiar.
Según el criterio del dirigente juvenil venezolano, tanto desde el punto de vista social como político el proceso ha reactivado a los jóvenes. Esta revolución le devolvió la sonrisa y la esperanza a la juventud venezolana.
Fuente:Prensa Latina
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