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Coltan, otro prodigio amazónico

Coltan, otro prodigio amazónico Por Miguel Lozano
Caracas.- A fines del pasado septiembre el presidente Hugo Chávez confirmó la ubicación de una explotación ilegal de coltan (columbita y tantalio), un mineral estratégico que era sacado vía Colombia hacia Estados Unidos.
La situación obligó a acordonar la zona con fuerzas de seguridad para preservar el yacimiento de una materia prima que ha alcanzado en los últimos años la categoría de “milagrosa” por su amplio uso en las nuevas tecnologías.
Con precios muy elevados en el mercado mundial, la confirmación de esta explotación ilegal recordó que según evidencias el coltan era sacado ilegalmente por las llamadas Nuevas Tribus, una organización pseudo religiosa expulsada del país el 12 de octubre de 2005.
La noticia, puso de manifiesto otro elemento más de las riquezas de la Amazonía venezolana, parte de la región mágica de unos ocho millones de kilómetros cuadrados que comparte con Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Perú, Surinam y Guyana.
Más de 500 pueblos indígenas, enormes riquezas de biodiversidad, minerales y agua se suman en este espacio a las bellezas naturales para convertirla en una de las zonas más apetecidas por las empresas transnacionales.
En el contexto minero, al oro, diamantes, uranio, entre otros, se suma el coltán, un material a cuyo control se atribuye el verdadero motivo de guerras en África presentadas como conflictos tribales o religiosos.
Sin pasar por las alfombras rojas como lo hacen el oro y los diamantes el coltán tiene un aplicación creciente en la fabricación de celulares, televisores de plasma e instrumentos de recepción de señales satelitales y de geodesia y la aeronáutica.
También en la fabricación de reproductores de MP3, MP4, PDA y en sistemas de defensa de misiles teledirigidos, laptops, equipos de resonancia magnética y tomografía computarizada, entre otros.
El 80 por ciento de las reservas conocidas están en la región ecuatorial occidental de África, Congo, Ruanda, Nigeria, Australia, Tailandia y Brasil.
Sin embargo, la actividad anterior de las Nuevas Tribus y la más reciente de otros mineros ilegales deja espacio a la pregunta de cuanto de ese mineral se encuentra en el subsuelo de la Amazonía.
Consultado por Prensa Latina el ingeniero Valerio Guerrero, un experto minero venezolano, explicó que el coltán (contracción de
columbita-tantalita) es un mineral estratégico que pese a ser poco conocido es esencial para las nuevas tecnologías y relativamente escaso en la naturaleza.
Cuando se convierte en tantalum metálico tiene una densidad el doble que la del acero y altamente resistente al calor y la corrosión y puede almacenar y liberar cargas eléctricas, propiedad que lo hace un elemento vital para fabricar capacitores (miniaturización) que controlan el flujo dentro de las placas de circuitos.
Su aplicación abarca, por tanto, teléfonos celulares, computadores, equipos de cirugía, turbinas jet, y recubrimiento de los reactores químicos, mísiles, trenes sin ruedas (magnéticos), equipos criogénicos, airbags, centrales atómicas y tuberías de acero para oleoductos, entre otros usos.
Guerrero estima que aunque los teléfonos móviles emplean cantidades ínfimas de tántalum las dimensiones del negocio, con más de mil millones de aparatos al año, multiplican su importancia.
Según algunos estimados, por cada litro de petróleo que se consume en el mundo se hacen más de 100 llamadas por teléfono celular, miles de consultas por internet y millones de personas ven la televisión en pantallas de plasma
Según las referencias, el coltan puede extraerse mediante procesos primitivos similares a cómo se extraía el oro en California en el siglo XIX, con la excavación de grandes agujeros para sacarlo del subsuelo.
Luego se le echa agua y el lodo formado es vertido en tubos de lavado para que el metal se deposite en el fondo debido a su alto peso.
Estudios mineros indican que en Venezuela se han identificado manifestaciones en los estados Amazonas y Bolívar, que abarcan la Amazonía venezolana.
Estudios de microsonda electrónica sobre muestras de concentrados de la zona de la región de Santa Rita, indicaron que los minerales de conjunto columbita-tantalita constituyen cerca del ocho por ciento de las muestra de concentrados estudiadas.
Todavía por definir la magnitud de los yacimientos de la Amazonía venezolana el mineral se suma a las extraordinarias riquezas de la región, con la esperanza que no se repita el rastro de sangre que ha dejado en África.
El español Alberto Vázquez Figueroa, autor de la novela Coltan, que tiene sustento en las luchas fraticidas impulsadas por el control del mineral en África, ha lanzado una predicción que no parece tan descabellada como la de los viajes de Julio Verne.
Según el novelista, se trata del futuro y “quien no tenga coltan no tendrá nada que hacer en la industria de las telecomunicaciones”, una valoración de un autor de ficción, que puede servir –al menos- de alerta sobre la importancia del control del llamado mineral milagroso.
Fuente: Prensa Latina en Venezuela
Ml

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