Política en dos planos
Caracas.- Con los cambios de su gabinete a principios de año, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, abrió la puerta a una nueva etapa cuyo objetivo estratégico es iniciar el camino del desarrollo socialista.
Chávez anunció el comienzo de la reestructuración de su gobierno con la designación de Jorge Rodríguez vicepresidente de la República, en sustitución de José Vicente Rangel, y de Pedro Carreño como ministro de Interior y Justicia por Jesse Chacón.
Aunque la información la dio de manera sorpresiva al llamar cerca de media noche a un programa de Venezolana de Televisión, la necesidad de reestructurar su gabinete había sido expresada por el jefe de Estado, luego de su triunfo electoral el pasado diciembre.
La decisión se incluye en la necesidad de moverse paralelamente en dos planos en su próximo mandato 2007-2013: el de las tareas inmediatas de gobierno y el estratégico, volcado a garantizar la permanencia de los cambios.
En lo inmediato Chávez aseguró que intensificará la lucha contra la corrupción y el burocratismo, además de fortalecer los proyectos de desarrollo económico del país y garantizar una mayor participación de la población en la gestión administrativa.
En lo estratégico, la orientación incluye la creación de un partido único de las fuerzas de izquierda, hasta ahora agrupadas en el Bloque del Cambio, al cual pertenecen más de 20 partidos y organizaciones.
La idea expuesta por el gobernante es crear el Partido Socialista Unido de Venezuela y darle mayor organicidad a las transformaciones estructurales previstas con el propósito de iniciar el camino del desarrollo socialista.
Chávez, quien denomina su propuesta Socialismo del Siglo XXI, concibe la idea como una conjunción de la experiencia de los clásicos y las características históricas venezolanas, incluyendo logros y errores de su aplicación en el pasado.
Para lograrlo, es evidente el peso de la conformación del nuevo partido y la actuación de la Asamblea Nacional, abocada a una reforma constitucional este mismo año.
De tal forma, el mandatario venezolano se ve obligado a una reestructuración de cuadros para avanzar al unísono en el plano de las tareas actuales y aquellas que deben garantizar la permanencia de su Revolución Bolivariana.
Al respecto ha expresado que tanto la conformación del partido único como la construcción del socialismo serán parte esencial de los primeros lineamientos del nuevo periodo presidencial.
A interrogantes sobre definiciones de lo que será la nueva organización política y el Socialismo del Siglo XXI, Chávez ha confesado que el estudio y análisis de diversos aspectos referidos a esos temas son parte de su agenda en los últimos días.
En su opinión, la conformación de un partido aglutinador de todas las fuerzas revolucionarias no es una propuesta nueva, pero ha sido postergada con el argumento que no era el momento, a partir de coyunturas electorales.
Frente a lo que ha denominado decisiones de cogollos, al estilo de los viejos partidos de la derecha venezolana, el jefe de Estado aspira a un cambio de concepción, con mayor participación de las bases.
Al respecto adelantó que la dirección del nuevo partido será definida por sus miembros y no resultado de una distribución de cuotas entre los líderes de los actuales partidos.
Los partidos políticos, expresó, deben fungir como vehículos para la construcción del socialismo, y no obstaculizar el camino.
Para ello se propone iniciar la formación de la agrupación a partir de su comando de campaña electoral integrado por las fuerzas que le apoyan y organizado en batallones, pelotones y escuadras en todas las regiones del país sudamericano.
Con esa orientación, el presidente Chàvez incluyó la una reestructuración de su gobierno como punta de lanza de una serie de cambios enmarcados en el comienzo de una nueva fase de su gobierno. donde la acción deberá combinarse en dos planos de importancia relevante: el inmediato y el estratégico.
(Publicado por Prensa Latina)
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