Venezuela, observatorio de halcones
Miguel Lozano
Caracas.- A dos años de concluir el mandato del presidente estadounidense, George W. Bush, el reforzamiento de la hostilidad prende hoy la alarma en Venezuela, que sigue con atención la corriente de los llamados "halcones" norteamericanos.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, advirtió que puede esperarse cualquier acción agresiva en el período final de Bush, derrotado en Iraq, con pérdidas de posiciones en América Latina y con baja popularidad en su propio país.
Un ejemplo de ello, en opinión del Jefe de Estado, es la amenaza a Irán, nación contra la cual existe un plan de agresión como posiblemente lo hay para su propio país, de acuerdo con la valoración.
Tal como se amenaza hoy a Irán, ha dicho Chávez, cualquier otro país enfrenta un peligro similar si sus planes de desarrollo o la defensa de su soberanía son contrarios a los intereses estadounidenses.
"Hoy es Irán el que está en primera línea como objetivo del imperio norteamericano, pero mañana puede ser Bielorrusia, Venezuela, cualquiera que a ellos no les guste por la política soberana o los proyectos que estén desarrollando", expresó.
Coincidentemente, trascendidos en la prensa local alertan sobre movimientos solapados en el país de agentes estadounidenses bajo la instrucción del subsecretario de Estado norteamericano John Negroponte, conocido por su hostilidad hacia Cuba y Venezuela.
En su columna habitual en el diario VEA, uno de los observadores mejor enterados aquí, identificado con el pseudónimo de Marciano, alertó que bajo los hilos de Negroponte circulan hojas amenazantes, se contacta oficiales y se celebran reuniones.
Según la fuente existe un plan para los próximos abril y mayo, el cual incluye provocar violencia callejera, paros de transporte, atentados terroristas y "guarimbas" (desobediencia cívil).
Según versiones, el pretexto para iniciar el plan desestabilizador puede ser la decisión de no renovar la concesión de la televisora RCTV que vence el próximo 27 de mayo, debido a violaciones de las leyes, incluyendo la transmisión de propaganda subliminal.
RCTV también es acusada de apoyar el golpe de estado de abril de 2002, respaldado por agentes estadounidenses, según denuncias de autoridades, incluyendo al presidente Chávez.
La ofensiva contra Venezuela alcanza el contexto internacional en organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa, la Organización de Estados Americanos y la Comisión de Derechos Humanos, un patrón ya aplicado contra Cuba.
Incluye asimismo señalamientos de no cooperar en la lucha contra el narcotráfico, tal como en el pasado se trató de involucrar al país en el supuesto enriquecimiento de uranio con fines bélicos.
Las acusaciones son vistas con preocupación en medios oficiales, que recuerdan los pretextos utilizados para intentar justificar la agresión armada a Iraq, como la presunta existencia de medios de destrucción masiva que nunca pudo ser probada.
Ante ello Venezuela fortalece su defensa, incluyendo la adaptación del sistema aéreo a las condiciones actuales con apoyo de China y Bielorrusia, luego que Estados Unidos retiró los radares con que contaba la nación sudamericana.
El gobierno venezolano informó que Washington estableció condiciones inaceptables para manejar los radares, lo cual determinó su retiro, algo similar a lo sucedido con los aviones F-16 de fabricación norteamericana.
En el caso de estas aeronaves, Estados Unidos cortó el suministro de piezas de repuesto, lo cual llevó a Venezuela a adquirir los aviones de fabricación rusa Sukhoi-30.
Al respecto el ministro de Defensa, general en Jefe Raúl Baduel, anunció nuevas compras de aviones, pues con los Sukhoi se avanzó en cuanto a la posibilidad de golpear objetivos de largo alcance, pero persiste la necesidad de reforzar el sistema aéreo.
Baduel adelantó que se valora la adquisición de aviones de transporte, como parte de una actualización del sistema defensivo la cual incluyó en 2006 la compra de 100 mil fusiles rusos AK para sustituir los FAL belgas de medio siglo de uso.
Como parte de esa estrategia también se contrató la instalación en Venezuela de una fábrica de fusiles y municiones con tecnología rusa, que debe comenzar a funcionar en tres años.
El gobierno venezolano ha reiterado que la adquisición de medios defensivos no constituye una amenaza para sus vecinos pues es una necesidad defensiva, ante amenazas de Estados Unidos, interesado en controlar su enorme riqueza petrolera.
Este enfoque incluye la aplicación de principios de guerra asimétrica o popular, sustentada en la alianza cívico-militar con la participación de voluntarios y la activación de la reserva.
Con ese propósito las autoridades anunciaron la entrega a esos cuerpos de civiles debidamente entregados de los fusiles FAL sustituidos por AK, luego de su reparación.
Al respecto Chávez advirtió que en caso de una agresión, el invasor deberá enfrentar un número inadmisible de bajas a partir de un concepto defensivo barrio por barrio y casa por casa.
Fuente: Prensa Latina/Temas/Reporte
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