Grafitti: !Viva la Arepa!
MIguel Lozano/Foto: Alberto Corona
Caracas.- Con poco éxito de las autoridades para detenerlo, el grafitti se extiende hoy por las paredes de Caracas, sin respetar barrios humildes, balcones de clase media ni muros de urbanizaciones residenciales.La epidemia preocupa a vecinos y consejos de condominios, que comenzaron a idear variantes poco ortodoxas para enfrentar el fenómeno, como en el municipio Los Salias, estado Miranda, donde se habilitaron espacios específicos para los "grafiteros".Está por ver si la iniciativa encauza la energía de quienes rallan paredes de otros, más atractivas cuanto más resguardadas y de difícil acceso son, o lo logran las 72 horas de arresto estipuladas para quien sea atrapado en plena faena en espacios no autorizados.Un amigo, amante de la lectura que vivió hace años en la que fuera Yugoslavia, se lamentaba de otro aspecto del fenómeno: el deterioro intelectual del "grafitti", tiempo atrás ingenioso y capaz de atrapar alguna sonrisa del paseante.Este nostálgico se preguntaba recientemente si quedaron atrás los tiempos de aquellos gritos hermosos en las paredes como "Lena, te amo más que a los libros" que leyó una vez en Belgrado y nunca ha olvidado, quizás porque el mismo lo escribiera.Ahora se trata, esencialmente, de indescifrables firmas sin un mensaje romántico o un grito de rebeldía, que sólo pueden identificar el propio autor, sus amigos más íntimos y sus competidores en los afanes de ganar espacios impropios.La pobreza de expresión parece heredada de los filmes de los pandilleros de Nueva York, sin nada más que decir sino la reafirmación, con una firma inimitable, de una identidad que la urbe pareciera poner en peligro.Lo curioso es la aparición de esa tendencia en Caracas, una ciudad con gente locuaz, que disfruta conversar tomándose un "guayoyo" (café claro) o frente a las bodegas, a plena luz, bebiéndose una cerveza los viernes en la tarde.Pero no todo está perdido. En medio de tanto "spray" en código aparecen también vestigios de humanidad, como aquel grafitti colgado en un segundo piso, que da vértigo sólo imaginar al autor en su faena: "Princesa, te amo más de lo que te imaginas".Saliendo de la parroquia Altamira hacia San Bernardino otra pared, quizás cansada de los sin sentido, grita una consigna nacionalista: "!Viva el jugo de panela! ¡Viva la arepa!"Para los desconocedores de los giros venezolanos es necesario aclarar que la panela (raspadura o papelón) es un alimento obtenido del jugo de la caña de azúcar, cocido, convertido en melaza y puesto a secar en moldes.La arepa es la reina de la mesa venezolana, una especie de tortilla hecha de maíz, que para algunos constituye el elemento nacional por excelencia.Es justo señalar también que en un intento de canalizar las aspiraciones artísticas de los "grafiteros" las autoridades culturales organizaron grupos que, junto a cultivadores del hip-hop, recorren la ciudad expresando su arte en muros abandonados.Los mensajes contra el SIDA y a favor de otras causas adornan entonces tapias y murallones, expresión de un intento de enrutar esta expresión urbana, con la que quizás debamos acostumbrarnos a vivir los citadinos en cualquier parte del planeta.Fuente: Prensa Latina
2 comentarios
Miguel Lozano -
Habíamos perdido el contacto y para que veas como son las cosas, los inventos de la postmodernidad nos vuelven a unir.
Como están todos por alla? vegetarianos y hamburgueseros.
!Viva México!
Raymundo Reynoso -
Saludos y felicidades de esta parte del Mexico Ocupado.